
Hace algunas semanas me encontraba pasando el rato en un bar que me pareció bastante agradable, en lo que es conocido como “barrio antiguo” de la ciudad de Monterrey. La noche estaba bastante tranquila y las bebidas iban y venían. La banda que tocaba (de la que no voy a mencionar su nombre), ambientaba bastante bien con un setlist basado en rock en español.
Todo parecía ir bastante bien. De pronto vi algo en el escenario que me desagrado bastante, y noté que no fui el único en percatarse y molestarse un poco.
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