
“Si tan sólo tuviera la atención de Sony Music, Televisa o Representaciones SERCA, mi carrera sería mejor, tocaría más seguido, tendría más trabajo y sería famoso”.
Hay algunos ambiente más propensos que otros a ésta mentalidad; sin pretender caer en prejuicios, el grupero y la balada contemporánea son de los ambientes más propensos a ésta mentalidad, puesto que los músicos de éste género no tienen esa actitud “grassroots” que tienen los chavos punks, rockeros, vallenatos, raperos y DJ’s.
Pero en general, a todos los que somos músicos alguna vez nos cruzó ésta mentalidad y nos sentimos excitados de vernos triunfantes de la mano de una de éstas corporaciones y agencias nacionales.
Pero me cuesta trabajo tratar con artistas que vienen con ésta mentalidad a la cual yo llamo mentalidad “American Idol”; una mentalidad propagada a través de programas como el anteriormente citado y otros de menor grado como La Academia y La Voz México; programas diseñados para crear un negocio de estrellas e ídolos prefabricados con la finalidad de vendernos discos, conciertos y merchandising.
El efecto neto que los músicos tenemos ahora producto de esta mentalidad “American Idol” es la creencia citada; de que lo único que tenemos qué hacer para triunfar en la música es perseguir a los “Grandes” para “Ser descubiertos” una noche y ser famosos a la mañana siguiente.
Como te mencioné anteriormente, no tengo problemas con ésta mentalidad; si tu música tiene el mérito necesario para obtener patrocinios, representación y distribución a nivel nacional, entonces pienso que debería ser algo que debes aprovechar si tienes esa suerte.
Aun así, ¿Notas que algo falta en esa mentalidad?
¿No crees que en esa mentalidad hace falta un componente del cual casi ningún músico habla y que quizás sea el de mayor importancia para la vitalidad de tu carrera?
En un momento te diré cuál es ese componente, pero primero quiero comentarte las muchas fallas que ésta mentalidad “American Idol” tiene:
Tendrías qué customizar tu música y tu imagen para complacer un grupo muy específico de personas, ya sean ejecutivos de casa disquera que van a dictar cómo debe sonar tu música, gente poderosa de los medios que dictarán cómo debe ser tu imagen hasta ejecutivos de corporaciones que querrán solicitarte demandas especiales con tal de soltarte un patrocinio.
Desde mi punto de vista personal, el hecho de prepararte años aprendiendo un instrumento y a crear excelentes canciones sólo para tener una “oportunidad de oro” en un showcase o frente al escritorio de un ejecutivo es regalarles mucho poder a otras personas sobre tu carrera. Simplemente no tiene sentido. Ni para ti, ni para tu música y ni para tus fans.
Esas mismas personas, una vez que te tengan “trabajando para ellas”, podrían cambiar de opinión o ignorarte simplemente porque lo que haces “ya no está de moda” y por ende, no reportas dividendos a su empresa, o al menos no los dividendos cuantiosos que ellos esperan y a los que están acostumbrados. ¿Alguien se acuerda de los Hanson?
Y hablando de trabajar, ¿Para quién realmente estás trabajando haciendo música y dando conciertos?, ¿Para ti?, ¿Para tu público?, ¿Para tu representante?, ¿Para la casa disquera?, ¿Para tus patrocinadores?, ¿Quién crees que importa más en éste espectro? Si contestaste cualquiera menos tu público, entonces necesitas corregir tu curso.
Si eventualmente logras un contrato con una organización grande, ya sea un contrato de representación, distribución o contrato discográfico, entonces esa empresa prácticamente va a ser dueña de ti.
Quizás estés conforme con esa situación si tu interés primordial es ser famoso, pero no puedes esperar a que tus fans piensen lo mismo.
Porque a los fans, lo que realmente les importa, es la experiencia que sólo tu música puede proveerles. A ellos no les importa que tengas un contrato con avance de producción, o que tengas exposición masiva en la televisión.
Hay artistas que a diario aparecen en los programas de tv y no pueden vender un solo disco y sus conciertos siempre están vacíos, mientras que otros que tienen un simple perfil de Facebook y tres canciones humildemente grabadas pueden llenar un auditorio entero a donde quiera que van.
Al esforzarte mucho en complacer a tu “Cliente Grande”, perderás contacto con lo que el resto del mundo quiere de ti y eventualmente te quedarás sin fans.
Ya les ha sucedido a muchos grupos, y no es algo que tenga mucho qué ver con el concepto de “Venderse”; aunque tiene algo de cierto en eso, tiene más que ver con el hecho de ignorar a aquellas relaciones que realmente importan para tu carrera musical, las cuales son las que tienes con tus fans en primer lugar (los que compran tus conciertos, tu música y tu merchandising) y socios en segundo (tus patrocinadores pequeños, medios de comunicación más locales, etc.)
En vez de ello, imagínate que has diseñado tu música, tu grupo y tu carrera de manera que no necesites de las grandes corporaciones, agencias y casas disqueras.
En vez de ello, todo lo creaste diseñado con el único y simple propósito de ofrecer una experiencia con tu música a miles y miles de fans en todo el país al alcance de un simple click.
¿Y por qué no? También con el propósito de proveer uno que otro beneficio a algún socio.
Entonces no necesitarías cambiar la música que haces y la imagen que tienes para complacer a una sola persona y gastar miles de pesos con tal de crear algo supuestamente profesional con la finalidad de ser escuchado por un ejecutivo de una casa disquera multinacional; simplemente complacerás a tus fans, tus socios y a ti.
Si a un fan no le gusta lo que haces, entonces está bien, le puedes decir adiós sin ningún problema.
Debido a que ningún fan puede obligarte a que hagas lo que ellos dicen, entonces TÚ eres dueño de tu propia música, siempre y cuando mantengas feliz a tu audiencia en general.
Debido a que estarás más cerca y en contacto con la gente, podrás entonces tener una conversación con ellos y escuchar lo que la mayoría quiere.
Esto no lo pueden hacer los grupos “Grandes”; intenta algún día decirles a los de Metallica personalmente que su música ya no te satisface del todo y verás el tipo de respuesta que obtendrás. O sea, NINGUNA.
Gran parte del negocio de la música es en realidad el negocio de las estrellas; gente tratando de colgarse del rabo de una mega-estrella; las grandes disqueras, agencias de representación y otros “grupos grandes”.
Por eso te digo que a veces me cuesta trabajo lidiar con ciertos prospectos en Latin Music Wire, porque a veces nos tocan a mí o a otros agentes, artistas que creen que con nuestros servicios se van a volver famosos mañana.
Preferimos mil veces perder ese negocio que darles algo que no es lo que esos artistas buscan.
Pero personalmente yo nunca quise tener nada qué ver con la gente de las corporaciones y agencias grandes, por las mismas razones citadas. En estos días, tenemos toda la tecnología necesaria para tener disponible todo de nosotros a nuestros fans y socios.
Tan fácil como es diseñar una página en internet en donde tengas tu música y tu merchandising vendiéndose, y que de hecho vendas más descargas y álbumes que los grupos grandes de disqueras que tienen sus álbumes polveándose en solitarias tiendas de discos del país y en los anaqueles de descuentos de los Wal-Marts.
Esa misma página en internet sería un lugar en donde se congreguen tus fans y conversen entre ellos en un foro en línea o en tu blog, y que comenten sobre los videos de tus últimos conciertos y quien sabe, puede que hasta tus videos hayan sido vistos más veces que los videos de otros artistas supuestamente “grandes” que tienen sus videos en rotación en Telehit; simple y sencillamente porque Youtube está más disponible y al alcance de la mano que Telehit.
Tu página en internet sería un lugar en donde las personas se enteren en dónde estarás de gira o dónde tocarás ésta noche, y quién sabe, puede que hasta boletos vendas en la misma. En Estados Unidos ya existen servicios así, pero en México y en América Latina todavía no.
Tu página en internet sería un lugar en donde proveas información tuya a posibles socios para cuestiones de patrocinios, distribución y lo mejor de todo: Booking.
Tal información, la cual contendrá todo lo que necesitas para llevar a cabo tu show; raider de escenario, raider personal (hotel, catering, viáticos, etc.) porcentajes y honorarios por hora, estará al alcance de todo aquel que quiera contratarte para sus eventos como fiestas, festivales, conciertos, bodas, ferias de pueblo, etc.
Cuando diseñas una creación basada en el ofrecimiento de una experiencia placentera a miles de mini-contactos en lugar una docena de súper-contactos, entonces no tienes qué preocuparte por ningún fan hablando pestes de ti o haciéndote demandas especiales.
Si a muchos fans les gusta lo que haces pero un fan ya no, entonces le puedes decir adiós y desearle lo mejor.
No te dejes impresionar por aquellos que te presuman de sus súper-contactos; de nada vale tener todo el apoyo de un conglomerado multinacional si el artista no es capaz de proveer una experiencia.
Tu enfoque de hoy en delante siempre deberá ser en tus micro-contactos:
- Tus fans
- Tus potenciales fans
- Tus socios; dueños de negocios locales que quieran comprar espacios publicitarios en tu “medio ambiente” en vez de regalarte patrocinios.
- Tus clientes; promotores de conciertos, ferias de pueblo y festivales, directores de escuelas, dueños de antros y bares, gente que te contratará para bodas, fiestas, cumpleaños, quinceañeras, serenatas, etc.
- Medios de comunicación locales que están dispuestos a publicar tu música en revistas, periódicos y blogs.
- Estaciones de radio independientes dispuestas a transmitir tus singles sin pedirte payola a cambio y posiblemente que estén dispuestos a pagarte regalías fonomecánicas.
LMW Team